Chile Golf: 135 años de historia
Libro bilingüe que recorre más de un siglo de recuerdos desde que esta actividad cultural y deportiva llegó a Chile. Aquí, a través de documentos y archivos inéditos se muestra la historia y la evolución del golf en Chile. A través de un recorrido fotográfico de las canchas de Arica a Punta Arenas –realizado por el artista nacional Nicolás Sánchez- y una completa descripción de cada una de ellas con mapas e ilustraciones, esta publicación marcará una época.
AÑO: 2015
AUTOR: Luis Gueneau de Mussy R.
ASISTENTE DE INVESTIGACIÓN: Mathias Mellado V.
EDICIÓN: María Teresa Letelier U.
FOTOGRAFÍA: Nicolás Sánchez
DISEÑO: María Luisa Mira Ll.
ILUSTRACIÓN CANCHAS: Manuela Montero M.
COORDINACIÓN GENERAL: Magdalena Bernstein U.
CORRECCIÓN TEXTOS: Eduardo Guerrero del Río
TRADUCCIÓN: Pablo Abufom S.
IMPRESIÓN: Ograma Impresores
Se puede decir que el golf es la adaptación del hombre a su entorno de forma lúdica y equilibrada acorde al buen uso de la naturaleza. También se pueden decir muchas otras cosas: que el golf fue el resultado de siglos de pastoreo y de avances en jardinería y paisajismo. Que ha sido el placer y la debilidad de cientos de miles de personas en los últimos –al menos– cinco siglos. Que comenzó en China, Roma, Inglaterra, Escocia u otros lugares. Incluso, hubo quienes quisieron ver en los araucanos y su chinil antecedentes golfísticos. Que es una adicción, que es un vicio, que desde siempre ha provocado problemas familiares y de almuerzos dominicales, que hay que odiarse a uno mismo para jugarlo, que hubo un jugador que tan enojado por su desempeño tiró sus palos al lago y al intentar rescatarlos un par de días después murió ahogado, que el mejor partido de la historia fue el de profesional inglés H. Vardon y el casi adolescente E. Quimet, que algunos piensan que sus palos tienen carácter e identidad propia, etcétera.
Lo cierto, es que este deporte ha estado entre nosotros desde al menos 1000 años atrás y ha influenciado a millones de personas a lo largo y ancho del planeta. Y lo ha hecho para bien. Más allá de los justificados y consabidos prejuicios socioculturales que involucra, el golf también ha sido un elemento de cambio y transformación social. ¿Cómo entender si no la signifcancia de diseñadores-arquitectos y jugadores como Tom Morris, Bobby Jones, Walter Hagen, Ben Hogan, Byron Nelson, Sam Snead, Arnold Palmer, Jack Nicklaus, Gary Player, Severiano Ballesteros, Lee Trevino, Lee Elder, Tiger Woods, y la gigantesca cantidad de jugadores europeos y asiáticos que hoy en día comienzan a dominar el PGA Tour? O a nivel chileno, ¿cómo dimensionar el impacto y el valor que han tenido figuras como W.H. Young, Alfredo Jackson, Marcos A. Peña, Julio –gran Mastín- Alcalde, Wilfred–copito- Page, Edgardo –Fox Terrier–Von Schroeders, Emilio –perro muerto– Tagle, Luis –Galgo– Subercaseaux, Francisco Prieto B., Ian Morrison, Eduardo Costabal Z., Gabriela Gazitúa, Francisco Condon, Guy Barroilhet, Camilo Pizarro, los y las Quintana, los Grasty, los Velasco, los León, los Cortés, Felipe Taverne, Sebastián Aninat, y de los profesionales Luciano “Chanito” Calderón, Alberto Salas G., Francisco “Cachulo” Cerda, Guillermo Encina, Roy Mackenzie, Mark Tullo, Nicole Perrot o Felipe Aguilar entre tantos, tantos, tantos otros?
Considerando todas las opciones mencionadas, no queda más que reconocer que este deporte ha sido capaz de incorporar cada vez más cultores, tanto fuera como dentro de Chile; también ha sido capaz de avanzar en el desarrollo incesante de canchas (públicas y privadas) y complejos turísticos; y como si fuera poco, este deporte ha logrado incorporar avances tecnológicos que democratizan cada vez más el acceso y se ha visto –dada su propia y verdadera naturaleza civilizada– obligado a dejar de lado todos los prejuicios sociales que una vez le fueron tan característicos.
Es así como ya no es novedad que en los últimos años el golf ha explotado como deporte a nivel mundial. Ya no es sólo EE.UU. el país que define el deporte. Hoy sabemos que existen torneos nacionales, regionales, continentales y varias ligas que anteceden la llegada de un jugador al PGA Tour. Y es en este espacio, donde es importante avanzar en el rescate de la memoria del golf chileno para de ahí conectarla a la historia del deporte a niveles más amplios. ¿Será esta realidad posible en nuestro país?
Tal y como aparece en el epígrafe de Walter Hagen con el que abrimos este comentario, el comportamiento humano en todas sus dimensiones se logra al entender la transitoriedad de la existencia y el placer de los sentidos, ya que al encontrar el paso y el ritmo de caminata, al equilibrar la respiración y la fluidez de los golpes, al reconocer la medición del hombre con sus propias limitaciones, es que se despeja el horizonte de todo amante del golf y de la vida.
Luis Gueneau de Mussy R.